CRONICA EUROCOPA; YA NO PODEMOS... AÑO EN BLANCO (0 DE 5) PERO CON ASCENSO

Bajo un sol de justicia y un calor asfixiante se evaporó el último título en juego.
Mientras el rival se clasificaba para disputar también la final de la Eurocopa de fútbol sala la mayor parte del Galicia Calidade se concentraba para el partido tomando la sombra como alternativa al calentamiento. Mientras Manolo, lejos de calentar a Xavi, colgaba la pelota 3 veces en campo de futbol sála.
Con casi media hora de retraso sobre el horario arrancaron las semis de la Eurocopa contra un rival que empezó más enchufado ya que venía de jugar otro partido.
El rival se adelantó con un tiro lejano del Melendi de volea que cayo como un folha seca entre nuestro portero de balonmano y el travesaño. Entre la pequeña falta de cálculo de nuestro guradamallas, que nadie tapaba el disparo del Melendi y que teníamos al Lorenzo en contra (ya sea porque Quitos perdió el sorteo inicial o porque volvió a hacer gala de su falta de criterio).
Con el marcador adverso el Galicia se recompuso y se metió más en el partido.

Ya en la segunda parte, tras intentarlo en varias contras, el Galicia volvió sacar partido de su mejor baza, las jugadas de estrategia (en un partido en que no utilizamos ni una vez nuestra mejor arma, colgar balones al segundo palo). Moreiken sorprendió de tiro olímpico al "Barrilete cósmico" ejecutando con gran potencia un saque de esquina. El punta de a roja lo celebró con rabia y el equipo ganó enteros presionando al rival.

Tras unos minutos muy igualados el árbitro decidió cargarse el partido pitando un penalti injusto. Cuando la salchicha peleona se disponía a sacar de puerta, Manolo era agarrado en la disputa por la posición con el Chava (delantero rival) al grito de Árbitro! Árbitro. Para cuando el trencilla se giró, era Manolo el que agarraba al airete azulón. El propio Chava lanzó el penalti esperando al moviemiento de Xavi para tirarlo al otro lado.

Pese al gran esfuerzo y entrega en intentar la remontada el equipo se descompuso por la contrariedad, víctima del calor sofocante y de las carreras a la desesperada (como corrían los cabrones!). En una contra, el Chava encaró en carrera a Manolo, hizo una finta, le rompió la cadera y fusiló a Xavi.